Y cuando bailas con ellos, con cualquiera de ellos, te sientes ligera como una pluma, y bella, y sonríes y ellos te sonríen y te vuelven a preguntar cuánto tiempo más te quedarás en San Francisco.
Y te dicen: "Libérate. Desmóntate. Déjate llevar", y entonces por fin tú dejas que la voz de esa negra en el escenario invada tus venas, que el canto del saxofón se meta bajo tu piel, que las explosiones de energía de la batería te arrastren al éxtasis... y bailas, bailas, bailas y sudas sudas sin parar, y te ríes, y tus amigos viejos no dejan que te sientes ni un momento. Do you wanna dance?
Y recorremos la ciudad todos juntos en autobuses llenos de locos que discuten y gritan, y nosotros llevamos el flow dentro. De bailar swing en el Golden Gate Park (http://www.lindyinthepark.com/), a un festival de blues en la calle Polk (http://www.polkstreetbluesfestival.com/), de allí a una jam session en el Swig bar ( http://www.swigbar.com/), y después a una fiesta de balboa en Le Colonial (http://lecolonialsf.com/). Y siempre hay música en directo, y siempre hay hombres grandes como montañas, con sonrisas grandes como montañas, que te agarran fuerte para que vueles, pero no tanto.
Tengo ganas de que me pegues un poquito más la pasión por el swing... en una semanita nada más, preciosa!
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