domingo, 11 de septiembre de 2011

Nature doesn't wait for you 2




El viaje desde el Death Valley al Sequoia National Park me lleva un día entero, entre bosques densísimos de pinos enormes, puertos de montaña con carreteras imposibles y desiertas e inabarcables praderas de hierba amarilla salpicadas de vacas. Todo es enorme aquí. Enorme.
Cuando llego al camping es casi de noche, sólo me da tiempo a ver las cascadas que crean la banda sonora del camping.
Me despiertan muy pronto los cuervos, las ardillas saltando de árbol en árbol y los nervios de pensar que un oso puede estar rondando mi tienda de campaña. Un ratito despues, me adentro en el Giant Woods, y empiezo a ver las primeras sequoias. Esto supera cualquier cosa que pudiera esperarme. Camino tres horas entre las bestiales criaturas, de 2000 y 3000 años de antiguedad. Siento que estoy en un lugar sagrado. Encontrar un oso dando un paseíto por allí me conecta aún más con el lugar.
Al volver a SF, atravieso el Bay Bridge y puedo ver la ciudad iluminada con sus edificios de oficinas, que hasta ahora habían pasado desapercibidos para mí. Mi visión de SF hasta ahora había estado muy pegada a la tierra. Quizás ahora empiece el despegue.
De momento me he encontrado un monopatín y estoy aprendiendo a usarlo. Con él llegaré lejos!!

2 comentarios:

  1. Hola Gabri,

    que chulo tiene que estar pasear entre las sequoias. Yo me quedé sin poder ver toda esa parte de California. Que ganas de volver después de tanto tiempo......
    Un beso enorme y sigue disfrutando!!!!!!!!!!!!

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  2. Y este finde me subo por la costa hacia el Reedwood N. Park. Allí hay otros árboles, los Red Oaks, que son distintos a las sequoias, más altos y menos gordos. Por una carretera aparentemente impresionante. Ya os contaré!!!

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